La segunda morgue extraordinaria habilitada en Madrid por el elevado número de muertes a consecuencia de la pandemia de coronavirus ya está lista para funcionar. Decenas de operarios han trabajado durante los últimos días para adecentar las instalaciones de la futura sede del Instituto Anatómico Forense, el único edificio que se llegó a levantar del proyecto de la Ciudad de la Justicia.
Junto con el Palacio de Hielo habilitado la semana pasada, este edificio situado en el barrio de Valdebebas podrá acoger hasta 230 cadáveres, según fuentes de la Comunidad de Madrid.
Se trata de una medida excepcional y temporal para aliviar la presión de los servicios funerarios, que están desbordados en Madrid. Según explicó el consejero de Justicia, Interior y Víctimas, Enrique López, cuyo departamento ha liderado el acondicionamiento del edificio como morgue, la cifra de fallecimientos diarios que se registran en Madrid usualmente se sitúa entre 70 y 80, unas cifras que se han multiplicado con la pandemia: se ha llegado a superar la barrera de trescientos decesos al día.
El traslado de fallecidos hasta Valdebebas correrá a cargo de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y el cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid, que dan apoyo a los servicios funerarios.
Desde el pasado viernes que se anunció la habilitación de esta segunda morgue, se ha trabajado en la adecuación de las instalaciones y en la instalación eléctrica. El edificio, construido hace más de una década y que nunca ha tenido uso, tiene cámaras frigoríficas y otros elementos que facilitarán el trabajo durante estos días excepcionales.
La Comunidad defiende que esta segunda morgue podrá facilitar el trabajo a los servicios funerarios, mitigar el dolor de los familiares de las víctimas y con ello mejorar la situación que se está registrando en los hospitales de la región. La futura sede del Instituto Anatómico Forense reúne, según el Gobierno regional, "todas las garantías para la función encomendada en su apertura".
Suspensión de velatorios
La grave crisis sanitaria que vive el país, y especialmente la Comunidad de Madrid, están obligando a tomar medidas inauditas, también en el caso de los homenajes y despedidas a los fallecidos. El Ejecutivo PP-Cs de la región madrileña ha decidido suspender durante un mes los velatorios "con independencia de la causa" de la muerte, una medida temporal que se puede prorrogar.
Desde Salud Pública defienden que la situación de pandemia obliga a la adopción de medidas adicionales en lo que a sanidad mortuoria se refieren, entre otros aspectos para evitar concentración de personas (hay que recordar que uno de los primeros brotes de coronavirus en España estuvo en un velatorio en Vitoria).
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